Lunes tenía que ser.

Que día más extraño, desde que me he levantado hasta este mismo momento. Ha sido todo como desconcertante y estoy bastante cansada, no sé que me pasa últimamente que siempre estoy sin fuerzas y con pocas ganas de hacer cosas y muchísimo sueño. Pero sí que he de decir que mi padre me ha animado el día con esa tortilla de patatas con bonito, y sí, nada de francesa, española. Me ha hecho mucha gracia, porque al no estar mi madre por la tarde ahora, tiene que hacer él la cena y no es que tenga mucha práctica, aunque cuando lo hace, lo hace genial. Y esta no ha sido una excepción, nos hemos divertido mucho haciéndola y no podía quedarme sin hacer una foto. Tengo que ponerla un 9.5, si la próxima vez le pone un huevo más, ¡le subo al 10! Además, no llevaba cebolla, y eso le da 8 puntos a su favor hahahaha. Pero todos los días, y en especial los lunes, tienen que tener algo malo, (y más si se tratan de mis días) y bueno, es que seguía sin acabarme Trafalgar, sí, aquel libro que os dije que nos iban a hacer un examen y tal. Pues ahí seguía sin leer. Pero es que todos los días, y esto lo prometo, que intentaba ponerme, pero es que es abrirlo y DIOS, dan ganas de guardarlo en un baúl con llave para siempre. Que cosa más aburrida, sin diálogo y sin nada en especial, solo contando una batallita. El caso, que por fin me lo he leído después de más de un mes, cuando yo tardo 1 semana (y eso es mucho) en leerme uno normal. Mañana sí que tengo el examen, ¡desearme suerte!